La Terapia de la Compasión plantea la existencia de un sistema evolutivo diseñado para proporcionarnos serenidad, seguridad y conexión tanto con nosotros mismos como con los demás. Cuando este sistema opera en armonía, experimentamos una sensación interna de paz, pertenencia y auténtica conexión con la humanidad que nos rodea. Sin embargo, la incapacidad para acceder a este sistema emocional puede desencadenar problemas emocionales, impulsándonos a buscar estos elementos vitales en lugares equivocados y comprometiendo así la calidad de nuestras relaciones y nuestra conexión con nuestro ser interior.
Imaginemos a Ana, quien enfrenta una profunda desconexión emocional consigo misma. Marcada por experiencias dolorosas en el pasado, Ana ha desarrollado una autocrítica interna que la machaca. En su día a día, se encuentra inmersa en un diálogo interno marcado por pensamientos fríos y críticos del tipo: «Eres incompetente. ¿Cómo has podido cometer ese error? Deberías ser mejor.» Esta autocrítica constante refleja una falta de compasión hacia sí misma, influyendo en su comportamiento y en su capacidad para establecer conexiones emocionales genuinas con los demás.
Cuando Ana busca conectar con los demás, sus pensamientos autocríticos la hacen sentir reservada y temerosa de expresar sus necesidades. Esta voz interna negativa se convierte en una barrera para la conexión emocional auténtica, perpetuando un ciclo de autoaflicción emocional.
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) ofrece a Ana la oportunidad de practicar la defusión cognitiva, permitiéndole observar sus pensamientos críticos desde una distancia y transformar su diálogo interno hacia uno más compasivo y amable.
Este cambio podría marcar el inicio de su reconexión consigo misma y con los demás, facilitando una conexión emocional más saludable y gratificante.
¿Te sientes atrapado en un diálogo interno crítico y distante?
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